martes, 11 de marzo de 2008

Suerte

Ay, dicen que la suerte va por rachas, como las olas. Va a ser verdad, y ahora me encuentro en una mala tempestad. Hoy para culminar mi mala racha me he reventado el tobillo en el entrenamiento de baloncesto. Las lesiones son normales en el deporte, me diréis. Pero esta es la tercera en menos de cuatro meses, y posiblemente la mas seria. Sera que las lesiones como la suerte también vienen por rachas. Y en este caso ademas han llegado en el peor momento, no por las dos medias maratones (Sabiñanigo y la Vug-Bay) que iba a correr a final de mes, si no porque el jueves tomo rumbo a Grenoble, a trabajar durante cinco días en el E.S.R.F., cosa que mola un montón, y no se si me tendré que llevar unas muletas.

Pero mi tobillo se recuperara, y correré otras medias, incluso volveré a Grenoble para volver a medir...

...Lo que no se, es donde acaba mi camino de baldosas amarillas, y mientras tanto cuanto daño haré, y a cuanta gente. A veces me siento como una pequeña cerilla en la oscuridad, me enciendo, te ilumino, y después me apago, sin avisar y sabiendo que no me volveré a encender.

Mientras tanto miro piel de hojalata, y pienso si Oz quedara muy lejos.

Ahora espero que entendáis mi ausencia estos últimos días, y también supongo entenderéis mi ausencia venidera, dado que empalmo la vuelta de Francia, con las vacaciones de semana santa. Que este año no se porque espero con muchas ganas.

Después de esto retomare los tránsitos, aunque me parece que tendré que haceros un resumen recordatorio, porque ya hace mucho tiempo del ultimo.

Nada mas que desearos una racha de buena suerte para estos quince días. Un abrazo y un soplo de hierbabuena.

3 comentarios:

Ana dijo...

La verdad es que hay veces que dan ganas de decir "¡qué se pare el mundo, que yo me bajo!!".

Cuando la mala suerte llega, no viene solo con una pequeña dosis sino en gran abundancia; parece que todos los astros, planetas, constelaciones, etc se hayan puesto de acuerdo para que todo vaya mal. Pero hay que tener muy presente que tras la tempestad llega la calma y cuando llegue esa calma (porque al final siempre termina por llegar), las cosas buenas, los lindos momentos, se saben disfrutar con mucha más intensidad, te dejan un mejor sabor de boca.

Aún y con todo, hay que seguir manteniendo la ilusión, la enorme sonrisa en la boca no se puede apagar nunca.

Besicos de otra con muy mala suerte :P.

ariadna dijo...

ay, espero que no te duela demasiado. Lo de viajar con muletas tiene su punto interesante... muy house :) en serio, las muletas obligan a caminar lento, algo que por desgracia no hacemos lo suficiente: ¡la de detalles que se nos escapan mientras llegamos tarde a todas partes! que lo pases muy bien en grenoble, espero que tu e-premio/pasaporte te llegue a tiempo para el viaje!

Anónimo dijo...

Pero q te ha pasado bomboncito???

No me digas que no vienes a Sabi!!!!

Esto es una tragedia...
Mañana parto inmediatamente a darte besos y a hacerte de bastón por las tierras indómitas de Oz
Cuídate hasta mañana, sol de medianoche!!

Mil besos